Peligroso oficio. Sabido es que en toda profesión en mayor o menor medida pasa lo mismo, pero también tod@s gozamos del derecho fundamental de hablar de los gajes de la nuestra, alegando excesos de cargas y descargas. Hablo aquí de la mía, no la de músico, que es la...
Lo recuerdo, en los buenos viejos tiempos. Más que por puro azar yo diría por pura suerte, el camino se me torció a una esquina de la Plaza de Tirso donde moraba un tigre de uñas rotas y jaula abierta, con su alfombra voladora, su jersey marrón, su Takamine...